El estaba siempre alerta. Mi vecino tenía una tablita con la que distinguía así: si la señora entra con un señor a su casa, es puta; si la señora entra con una señora, es lesbiana, si la señora no entra con nadie es zoofílica (ella tenía una perra, entonces sería zoofílica lesbiana)
Esta gente rara, será que yo no me imagino dejando de tomar un mate compartido con mi amiga Pato para saber quien vino a vivir al departamento de arriba. O de estar preparando un baño con velitas porque nos tocó un día sin chicos con Gea, para ver el rostro del motociclista que entra pasadas las 12, las 2, las 4, las 5, vaya a saber que hora, porque ni la miro. No me imagino, custodiando la ventana a no ser que sea para saber cuando llega el sevirmoto que trae la pizza que vamos a comer con Mercedes, Julio, los chicos…como no anda el portero eléctrico , hay que estar atentos para abrirle.
Pero es que este mundo es tan diverso, que entiendo existan esas minorías de gente que elige vivir su vida así, mirando por la persiana, mientras los otros caminan por el mundo con el viento en sus rostros arrancándoles una sonrisa.
Lici y Gea
Lici y Gea
1 comentario:
A la vida no hay que contemplarla hay que vivirla. Pero para ello muchas veces hace falta coraje.
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